viernes, 24 de septiembre de 2010

Ahmadineyad hurga en las heridas del 11-S ante la ONU en Nueva York

MUNDO

Ahmadineyad hurga en las heridas del 11-S ante la ONU en Nueva York

Obama califica de «inexcusable» que el líder iraní acuse a EE UU de perpetrar los ataques contra las Torres Gemelas

 
25.09.10 - 01:47 -
 
Ningún político de visita en Nueva York estos días ha levantado tanta polvareda como el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad. Su discurso el jueves ante la Asamblea General de la ONU, en el que dejó caer que Estados Unidos estaba detrás de los ataques terroristas del 11-S, supera con creces las no tan lejanas arremetidas de Fidel Castro cuando aprovechaba sus esporádicos viajes a la ciudad de los rascacielos para despotricar una y otra vez contra la política norteamericana. Más de una vez, el tono usado por el líder cubano le acarreó años de ostracismo por parte de la élite de Washington.
Con el régimen iraní empeñado en sacar adelante su programa nuclear contra viento y marea, EE UU no tiene más remedio que buscar una aproximación. No importa el grado de repudio que genere la presencia de Ahmadineyad, ni el tono cada año más desafiante que utiliza en sus comparecencias en Naciones Unidas. Fiel a esa divisa, Obama había optado en su intervención por no desempolvar el asunto de las sanciones económicas impuestas en junio por la ONU y tendió la mano a Teherán con una nueva oferta de resolver las diferencias por la vía diplomática.
Lejos de recoger el guante, el presidente de Irán buscó el golpe bajo con su conocida retórica en la que culpa a Estados Unidos de todos los males de Oriente Próximo. La gravedad de las acusaciones de Ahmadineyad -«existe una teoría que afirma que algunos segmentos dentro del Gobierno de Estados Unidos orquestaron el ataque para revertir el declive de la economía norteamericana y apretar su presión sobre Oriente Medio para salvar al régimen sionista»- obligó al mandatario estadounidense a comparecer ayer ante las cámaras de la BBC, donde calificó sus palabras de «ofensivas» y «llenas de odio».
Abierto al diálogo
Obama manifestó que realizar tales acusaciones en «Manhattan, muy cerca del sitio donde estaban las Torres Gemelas, donde tantas familias perdieron sus seres queridos, donde gentes de diferente fe y origen étnico sienten que fue una tragedia horrenda, es inexcusable». Aun así, reiteró que mantiene abierta la puerta del diálogo con Irán, aunque insistió en la necesidad de que Teherán cumpla con las obligaciones internacionales vinculadas a su programa.
Ajeno al amplio rechazo con que fue acogida su intervención ante la Asamblea General, el presidente iraní justificó ayer en una conferencia de prensa su afirmación de que la mayor parte del mundo cree que EE UU estuvo detrás de los ataques del 11 de septiembre de 2001 y pidió a Naciones Unidas que investigue lo sucedido. Luego añadió que las ocupaciones de Irak y Afganistán fueron una reacción desmedida a los ataques y sostuvo que Estados Unidos «no debería ocupar todo el Oriente Próximo, bombardear fiestas de boda o aniquilar un pueblo entero porque crea que allí se esconden terroristas».
En un tono más constructivo, Ahmadineyad admitió que un funcionario persa podría reunirse el mes próximo con un representante de las potencias mundiales para debatir la disputa nuclear de Teherán con un representante del grupo P5+1, integrado por Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia, China y Alemania. «Pienso que la señora Ashton, si contacta a un representante de Irán, puede fijar una fecha para conversaciones», aseguró.

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